Ailén Lescano Micaz: una historia de esfuerzo, pasión y logros en las aguas abiertas
Ailén Lescano Micaz no es solo una nadadora, es un símbolo de perseverancia, valentía y superación para todos los rionegrinos. Con un palmarés internacional impresionante, esta joven de 30 años ha conquistado las aguas abiertas, desafiando todo tipo de condiciones climáticas y alcanzando logros que la han posicionado entre las mejores del mundo.
Su historia es una de esas que no solo nos llena de orgullo, sino que inspira a creer que los sueños, cuando se persiguen con dedicación y pasión, pueden convertirse en una realidad.
Desde pequeña, Ailén estuvo destinada a marcar la diferencia. A los 9 años se lanzó por primera vez al Río Negro, enfrentándose a las aguas abiertas y descubriendo su amor por este deporte tan desafiante. Con el tiempo, su pasión la llevó a cruzar grandes cuerpos de agua, como el lago Nahuel Huapi, donde no solo desafió las corrientes, sino también las frías aguas gélidas que la impulsaron a seguir adelante.
Su constancia y esfuerzo la llevaron a competir en diversas pruebas nacionales, en lugares como Baradero, San Pedro y Pilar, donde cada brazada la acercaba más a su objetivo: escribir una historia de éxito en el deporte. Pero Ailén no se conformó con lo nacional; fue más allá, y con cada podio alcanzado, no solo superó sus marcas personales, sino que también logró dejar una huella en la historia del deporte rionegrino.
A los 18 años, con la meta clara, comenzó a estudiar para ser guardavida, pues siempre quiso estar cerca del agua. Esta elección no solo fue una vocación, sino también un reflejo de su amor por el agua, su territorio, y la seguridad de quienes disfrutan de ella.
Hoy, a sus 30 años, Ailén no solo es una campeona, sino una inspiración para todos los que la siguen. Su historia no es solo de medallas, sino de superación personal, sacrificio y una pasión inquebrantable. Con su esfuerzo y dedicación, ha transmitido un profundo sentimiento de orgullo a cada uno de los rionegrinos que la ven crecer, luchando y triunfando en cada competencia.
La última competencia de Ailen que sigue batiendo récords, fue cuando se convirtió en la primera y única mujer en culminar con éxito el desafío del cruce longitudinal del lago Constanza en Alemania.
Ailén Lescano Micaz es la prueba viviente de que cuando uno persigue sus sueños con el corazón y el alma, el esfuerzo tiene su recompensa. Hoy, ella sigue siendo un faro de inspiración para todos aquellos que sueñan con dejar su huella en el mundo, nadando, trabajando y viviendo con la misma pasión que ella ha demostrado en cada brazada.