ATE aceptó “a la fuerza” la oferta salarial y denuncia que el Gobierno ignora la seguridad en los hospitales

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) terminó aceptando por mayoría la última propuesta salarial del Gobierno, pero lo hizo sin entusiasmo y bajo presión: advirtió que no le quedó otra alternativa en un escenario en el que los reclamos estructurales siguen siendo desoídos.
El gremio condicionó su aprobación a que se especifique de inmediato la fecha exacta de la planilla complementaria en la que se pagará el bono de 30.000 y a que se abra una discusión urgente para los últimos tres meses del año. “Aceptamos, pero no alcanza”, remarcaron desde la conducción.
A pesar de algunos reconocimientos sectoriales, ATE volvió a denunciar la precarización que arrastran miles de estatales bajo contratos irregulares -como los porteros de escuela y trabajadores de distintos organismos que siguen atados a la modalidad de Horas Cátedra- y la falta de respuesta a puntos claves.
El reclamo más fuerte sigue siendo la seguridad en los hospitales, donde el personal trabaja expuesto a situaciones de violencia sin que el Ejecutivo ofrezca soluciones concretas.
El Gobierno ofreció un incremento permanente de 20.000, 30.000 y 40.000 según categoría y agrupamiento, válido solo para septiembre, más el bono de 30.000. También anunció actualizaciones en algunos ítems como Riesgo Médico y No Médico, Guardia para agentes de la Ley 1904, adicionales del Manual de Misiones y Funciones, Movilidad y Horas Suplementarias.
Sin embargo, los estatales insisten en que los problemas de fondo no se resuelven: reclaman aumentos en guardias y viáticos de Desarrollo Humano y Senaf, creación de un adicional por tareas complejas, pago de título al personal de la Función Pública, aumento del adicional por combatiente de incendio, recategorizaciones y capacitaciones en el uso del sistema SIGES.