ATE denuncia hostigamiento provincial: "Ensucian a los trabajadores para tapar la desinversión en educación"

La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) apuntó duramente contra la administración provincial de Alberto Weretilneck, tras las denuncias promovidas por la Secretaría de la Función Pública contra porteros de escuelas.
El sindicato calificó la maniobra como una estrategia para desviar la atención del verdadero problema: la falta de inversión en el sistema educativo rionegrino.
"Es inmoral el hostigamiento que sufren los trabajadores de la Educación", sostuvo ATE, denunciando que el Gobierno provincial intenta "ensuciar" a los empleados mientras las escuelas continúan en condiciones deplorables y miles de trabajadores mantienen contratos precarios.
La situación se agrava con personal contratado por Horas Cátedra realizando tareas que corresponden a planta permanente, una irregularidad que el Gobierno no solo tolera sino que perpetúa.
El sindicato señaló que la administración provincial busca convertir a los trabajadores en "culpables directos" del deterioro educativo para cerrar su discurso electoral, cuando en realidad la responsabilidad recae en la ausencia de políticas de inversión sostenidas.
Esta estrategia de victimización contrasta con la realidad de un sistema educativo desfinanciado y trabajadores abandonados a su suerte.
Uno de los puntos más críticos es el "grosero retraso sin justificativos" en las recategorizaciones laborales, que mantiene a numerosos empleados con salarios por debajo de la línea de pobreza.
La situación es particularmente dramática para quienes tienen más de 35 años de trayectoria, condenados a jubilaciones de miseria tras décadas de servicio público.
ATE advirtió que el Ministerio de Educación lleva meses sin dar respuesta a las problemáticas planteadas en reuniones anteriores, mientras los conflictos se profundizan. Ante esta actitud de sordera gubernamental, el sindicato no descarta la definición de nuevas medidas de protesta.
La escalada de tensión refleja un Gobierno provincial que prefiere atacar a sus propios empleados antes que reconocer sus responsabilidades en el desmantelamiento progresivo de la educación pública rionegrina.