Política
Estos son mis ideales, si no te gustan tengo otros

VIDEO | Otro más que salta del barco: De Rege se fue silbando bajito de la UCR y ahora se sumó a LLA

Categoría humor: Mario De Rege, ex vicegobernador rionegrino, se sumó a La Libertad Avanza, pero dice que no lo hace por el cargo. (Dibujo: NOVA)

Mario De Rege, el ex vicegobernador rionegrino que alguna vez ondeó la bandera de la Unión Cívica Radical, decidió cambiar de camiseta y enfundarse en los colores de La Libertad Avanza (LLA), el partido del prescindente Javier Milei.

La noticia, confirmada por la diputada nacional Lorena Villaverde en sus redes sociales, despierta más cejas levantadas que aplausos, especialmente porque De Rege insiste en que su movida no tiene nada que ver con rascar un carguito. Claro, como si la política argentina fuera un club de altruistas.

En una entrevista en la radio, De Rege explicó su viraje con un tono que mezcla convicción y oportunismo. “Yo voté a Javier Milei en las elecciones, como muchos otros ciudadanos, y por eso es presidente”, afirmó, como si su boleta hubiera sido la decisiva.

Según él, lo seduce el “sentido común” de las políticas mileístas, como cuidar el dinero público y alcanzar el equilibrio fiscal. “Lo vengo diciendo mucho incluso desde cuando no interesaba tanto el tema”, se jactó, aunque su cruzada contra la inflación no parece haber dejado huella en sus años de gestión.

De Rege, cuya última aventura electoral fue en 2019 cuando perdió la intendencia de Viedma frente a Pedro Pesatti, insiste en que su apoyo a LLA es desinteresado. “Por ahora aportaré lo que pueda en los temas que sean”, dijo, elogiando de paso el “gran trabajo” de Villaverde, quien parece haberle abierto la puerta al espacio libertario.

Pero cuando le preguntaron si su desembarco tiene que ver con algún puesto en el horizonte, el ex radical fue tajante: “No busco cargos”. Y agregó, con aire de mártir, que tiene “bastante trabajo” en su actividad privada desde que dejó el Estado en 2011.

Sin embargo, el olor a oportunismo es difícil de disimular. De Rege, que alguna vez defendió los ideales radicales, ahora se sube al carro del ganador, justo cuando LLA está en el centro de la escena. “La Argentina está en un momento bisagra”, sentenció, como si su cambio de bando fuera un sacrificio por el bien común y no un cálculo político.

Su discurso sobre la necesidad de “cambiar para tener un país mejor” suena más a excusa que a convicción, sobre todo viniendo de alguien que, tras años en la política, no parece haber dejado un legado que lo respalde.

De Rege jura que no busca sillones y que solo quiere “apoyar” desde la humildad, su historial invita a la desconfianza. En política, las conversiones milagrosas suelen venir con factura. Y en un país donde los principios se negocian al mejor postor, la llegada de De Rege a LLA huele más a un intento de mantenerse en el juego que a un genuino despertar libertario.

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