La Gobernadora Arabela Carreras junto a sus funcionarios, nunca se hicieron cargo de algunas malas gestiones respecto a las políticas sanitarias contra el Covid 19, es de esa manera que hicieron que la decisión la tenga el Presidente, Alberto Fernández. Colapso sanitario, clases presenciales, aumento de casos y muertes, fueron decisiones que en las últimas semanas no tomaron efectivamente y provocó un aumento de contagios considerable que trajo un gran problema al sistema sanitario.
Carreras junto al Comité de Crisis de la Provincia, que es integrado por los tres poderes del estado, se reunieron en diferentes ocasiones y en distintas ciudades de Río Negro, allí solo decidieron que hacer con las clases presenciales en las escuelas, en lo cual solo se restringió en la ciudad de Bariloche y alrededores. Mientras tanto, el colapso sanitario seguía y hubo pacientes de Covid en lista de espera. Nnunca se restringió fuertemente el horario, solo se bajó la hora de circulación de los ciudadanos en la ciudad andina.
Con estas cuestiones, la gobernadora no tuvo las agallas suficientes para imponer medidas severas para atacar al Covid 19, apañada con su ministro de Gobierno, Rodrigo Buteler y el de salud, Fabian Zgaib, nunca pusieron en la balanza si cerrar en tiempo debido o alargarlo hasta dejarle el peso muerto al Presidente de la Nación, como así sucedió.
En cuanto a otros gobernadores de otras provincias del país, actuaron de la misma manera, alargaron el proceso de confinamiento hasta llegar al peor momento de la pandemia a nivel nacional, cuando se podría haber evitado con anticipación algunos cierres estratégicos y no seguir en la escalada sanitaria que trajo consigo más muertes.
¿Quién pagará el costo político?
Por ahí a la larga cuando se haga una revisión de las políticas del Gobierno de Río Negro, ese costo político lo pague Arabela Carreras y sus funcionarios por no estar a la altura de la situación. Si se piensa en la economía, la apertura no trajo consigo más recaudación, si mejoró, pero no sirvió para atender todas las necesidades, porque la administración de la gobernadora se siguió endeudando y aumentando la deuda pública y privada considerablemente.
Sin dudas este costo lo paga la gente, esas personas que no tienen un respirador o una cama de terapia intensiva, la zona oeste de la Provincia vive un colapso sanitario, hay listas de espera y mueren decenas de personas por semana por lo poder ser atendidos adecuadamente. Río Negro en aquella zona vive un clima similar al de Neuquén, la cepa Manaos trajo un gran problema y otro fue el no tomar medidas de prevención en su debido tiempo.
Este costo político no lo quieren pagar los funcionarios, si no que en medio de este gran problema hay una elección, que pensando en eso, el partido oficialista de la Provincia en todo acto que realiza lo utiliza como propaganda política. Si bien la sociedad se encuentra dividida en los aspectos de las restricciones por el virus, ya que hay algunos que piensan que tiene que ser todo totalmente liberado, otros que no por que tuvieron la enfermedad o se les murió un familiar, también sigue habiendo otras personas que creen que el Covid es una gran mentira y no existe.
La gobernadora Carreras, le dejo toda la responsabilidad al Presidente, de eso no hay dudas, muchos mandatarios provinciales lo hicieron. Río Negro quiso copiar la estrategia de Horacio Rodriguez Larreta en Capital Federal, trasladándolo a la Provincia, eso trajo consigo conflictos con los gremios y principalmente con la Unter, que es el sindicato que nuclea a los docentes, donde pedían el cierre de las escuelas y volver a las clases presenciales porque era inminente el nivel de contagios de los estudiantes de secundaria, primaria y jardín de infantes, pero el Gobierno decidió hacer oídos sordos y cargarse la bronca de los docentes.
También algo similar ocurrió con el sector sanitario, que en reclamo de mejoras salariales en parte del personas de salud, Arabela Carreras prefirió hacer oídos sordos, patear las paritarias para Septiembre. Algo muy irrisorio en estos tiempos.
De esta manera y para darle un cierre, la gobernadora no estuvo a la altura de las circunstancias, nunca se hizo cargo del problema y ahora que hubo récord de casos diariosa en la Provincia y en el país, hace caso al decreto presidencial y gran parte del territorio rionegrino estará en confinamiento durante al menos 9 días.
