La ciudad de Viedma que es la Capital de la Provincia de Río Negro, se encuentra algo atrasada en muchos aspectos, si bien tuvo sus cambios en los últimos años, no es una “ciudad” en sí, porque tiene un comportamiento de pueblo. Al ser un territorio solo destinado a la administración pública, Viedma tiene distintos componentes atrayentes como el río y el mar a unos 30 kilómetro, pero uno de los problemas es su intendente, Pedro Pesatti, a quien al parecer no le interesa que avance y mostrar su lado turístico, donde podría abrir miles de puestos de trabajo si se activa esa rama.
Los viedmenses en su minoría, aquellos viejos habitantes, el mensaje es claro, porque no quieren que los ciudadanos crezcan y miren a Viedma como la oportunidad de ser una gran ciudad. Con casi 80 mil habitantes, carece de distintas cuestiones que no la dejan bien parada con resto de las ciudades de la Provincia. A Viedma solo se la conoce a nivel país cuando en aquella época por los 80, Ricardo Alfonsín, quiso trasladar la Capital para el sur argentino o precisamente en el medio del país, con salida al mar y un río navegable entre otras localidades, con la intención de fluir el comercio interno y con una localización estratégica con otras provincias del país.
Por otro lado, Viedma actualmente no cuenta con una gran estructura comercial, empresarial, gastronómica, de ocio, turística e industrial, solo es una ciudad con administración pública, donde todos sus ciudadanos apuntan a trabajar en el estado rionegrino. No hay incentivo por parte del Municipio en auspiciar un desarrollo sustentable en el trabajo genuino privado, por lo cual carece de muchas atracciones que es lo que haría crecer la economía del lugar. Hoy la Capital es una ciudad pobre, donde podría estar mejor económicamente y no vivir siempre del Gobierno provincial.
Al tener una gran oportunidad, Ricardo Alfonsín no fue el único que vio que Viedma podría ser una gran ciudad del país, si no que muchos viedmenses piensan igual, pero hay sectores conservadores que quieren y necesitan que la Capital no crezca, que se quede estancada y ellos sigan manejando los “kioscos” de toda la vida, solo algunos “gerontes” que viven desde hace décadas en Viedma no quieren el progreso.
Por su parte, el intendente de Viedma desde que asumió en diciembre del 2019, tiene una gran oportunidad de cambiar la ciudad para un sector más productivo y más comercial. El futuro de las generaciones venideras no esperan solo trabajar en la administración pública como en la actualidad, si no que necesitan otras oportunidades. Pero hay un problema, al parecer a Pedro Pesatti no le interesa atraer turistas cuando el lugar cuenta con una playas hermosas, cerca de las Grutas y con río hermoso que comparte con otra ciudad en frente que es Carmen de Patagones.
También al contar en su estructura con varias universidades, tampoco se apuesta a que los estudiantes que estudian en la localidad, tengan la oportunidad de poder acceder a pasantías o tener un trabajo desde otro punto que no sea el estado rionegrino. Vecinos de la ciudad, dicen que antes Viedma tenía un sector industrial muy importante, donde en la actualidad si se pasa por la Ruta Provincial 1 que conecta el Cóndor (localidad balnearia de Viedma) solo hay depósitos y la única “fabrica” que es Fridevi (empresa productora de carnes).
El panorama no es alentador si se lo mira desde el lado político, un intendente lento y perezoso que no pone en marcha la ciudad, hace que muchos de los habitantes también tengan la impronta de crecer a pasos de “tortuga”, así lo llamaremos desde NOVA a Pedro Pesatti, el intendente que solo se preocupa por cosas pequeñas, cuando tiene una gran oportunidad de hacer crecer a Viedma y transformarla en una ciudad productiva, estudiantil, comercial y turística para la Provincia de Río Negro, atrayendo a más estudiantes de la Provincia que se asienten a estudiar, como así desde el lado comercial y turístico, abriendo la el abanico de una oportunidad laboral para aquellos jóvenes del futuro.
Viedma necesita crecer y necesita producir. La ciudad Capital de Río Negro se tiene que comportar como si lo fuera, a lo cual solo tiene el nombre propio. El intendente tiene que salir de su comodidad y tratar de revolucionar la ciudad a un futuro próspero para todos sus ciudadanos, si no seguirá en su misma lógica por los años de los años. La política tiene que apuntar a la prosperidad y no la de solo mantenerse en un puesto por los años y los años
