Política
Locura total

Una balanza desigual: los sueldos de los funcionarios contra el de los empleados estatales

Una diferencia abismal entre un sector y otro.

En Río Negro existe una gran diferencia entre los sueldos de los secretarios y ministros, mientras que los trabajadores están por debajo del índice de pobreza. Se conoció que los funcionarios del Gobierno rionegrino cobran 10 veces más que un empleado raso del Estado, siendo una diferencia abismal comparativamente.

Esta bien que por ahí secretarios y ministros de Estado lleguen a cobrar un poco más por la responsabilidad que conllevan, pero que su sueldo se multiplique por 10, eso ya es una falta de respeto para toda la planta de la administración pública.

Este año no comenzó bien entre los sindicatos y el Gobierno de Arabela Carreras, debido al poco margen de incrementos salariales en comparación a la inflación, los trabajadores siguen perdiendo poder adquisitivo, mientras que el Estado provincial tuvo récord de recaudación en estos últimos meses. No solo eso, sino que el Gobierno se ahorra miles de millones en obras públicas, por que a cada momento Nación anuncia envíos de fondos e inauguración de edificaciones para la Provincia.

Entonces la pregunta radica, en donde se va ese dinero y eso tiene una respuesta. Desde NOVA te contaremos, que silenciosamente, los funcionarios se aumentaron los sueldos en un 40 por ciento a principios de año y eso no repercutió en ningún medio provincial. Ese incremento es mucho mayor en porcentaje de los que le ofrecieron a los docentes, médicos, policías y administrativos de la planta central del Gobierno.

Es así, que la diferencia entre los funcionarios y los trabajadores es 10 veces más, por lo que actualmente, un ministro está cobrando entre los 600 y 750 mil pesos mensuales, siendo una suma exorbitante, casi igual que los sueldos de la Justicia. Los secretarios perciben un poco menos, pero rondan entre los 350 y 500 mil pesos mensuales.

A modo de acallar voces, el Gobierno acordó con los gremios tanto ATE y UPCN, subas de un 24 por ciento, pero la trampa siempre está en que los sindicatos piden un porcentaje aún mayor por que siempre les beneficia a sus cajas, al ser mayor ese porcentaje, más dinero le ingresa por que aumenta la percepción de los salarios de los trabajadores, por lo que siempre que terminan perdiendo son los simples empleados y los que se llenan los bolsillos son los funcionarios y dirigentes.

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