Tal es así, que la concejal del Frente de Todos, Roxana Ferreyra, reclamó precisiones al Ejecutivo de Bariloche por una reciente contratación directa de un kit vinculado a la recolección de residuos, que el intendente Gustavo Gennuso realizó de manera directa y por un monto de 1,2 millones de dólares.

La corrupción en esta maniobra es evidente, ya que las contrataciones directas son una práctica habitual en el gobierno municipal, a pesar de que existe un tope por el cual se debería llamar a licitación.

Pero los manejos del intendente son polémicos y de las compras muchas veces es el fundamento que el Ejecutivo se justifica para alterar los procedimientos administrativos regulados.

Esa inquietud de la oposición de la ciudad se trasladada al gobierno de Gennuso para que ofrezca explicaciones, más allá de los argumentos explicitados en la resolución del contrato donde se menciona que en las últimas dos licitaciones realizadas por la Secretaría de Servicios Públicos “la demora fue de siete meses” y la única oferente fue la misma empresa, además de señalar las dificultades de cubrir los costos con el acelerado proceso inflacionario, algo que se cae con el fundamento que el pago es el dólares.

La Resolución de 701 firmada por el intendente argumenta la “necesidad y urgencia de contar con equipamiento esencial para servicios públicos y continuar con la modernización del sistema de recolección de residuos”, por eso avanzó en la contratación directa de la empresa Oscar Scorza Equipos y Servicios SRL por un total de 1.240.318,00 dólares.