Si algo no funciona bien en Río Negro es el poder judicial y eso representa un exorbitante gasto a la provincia, dónde se destina más del 10 por ciento del presupuesto anual a la Justicia, que representa más de 30 mil millones de pesos anuales, solo en gasto de sueldos de jueces y fiscales.

Además, para pagarle los sueldos a los funcionarios del poder ejecutivo, el Gobierno destina otro 10 por ciento de su presupuesto, solo en el pago de ministros, secretarios y subsecretarios, también siendo más de 30 mil millones solo en unas cientos de personas que dan "función" al Estado provincial.

Por otro lado, si ese 20 por ciento solo se gasta en funcionarios, otro 40 por ciento se destina al pago de sueldos la administración pública en general, que se encuentran los administrativos, el sector de la salud, educativo, entre otros que integran la funcionabilidad general del Estado.

El otro 40 por ciento, el gobierno lo "invierte" en distintos programas, subsidios, obra pública, entre otras cosas. Eso implica que más del 60 por ciento del presupuesto provincial se gasta solo en sueldos, implicando un gasto inmenso en cuestiones que poco valor le da a Río Negro.

Si en algo tendría que ajustar el Gobierno es en la planta del Estado y no en obra pública. Además, si tomamos el punto de que la administración de Arabela Carreras tiene una deuda que representa el 40 por ciento de su PBI, eso indica que las riquezas de la Provincia se dilapidan fácilmente.

Los ingresos en Río Negro son importantes desde oso dividendos que deja el Alto Valle, el petróleo, el puerto de San Antonio, la coparticipación del Estado Nacional y la recaudación por ingresos brutos. Implicando una suma importante de ingresos que obtiene Río Negro y que de eso el 60 por ciento solo se gaste en sueldos, es una cuestión a reverse.