La pelea interna entre Alberto Weretilneck y la mandataria la llevó a perder aliados, buen trato con los medios y la mala posición con distintos sectores de la sociedad. En un sitio sin caminos y aspiraciones, una de los desenlaces podría terminar en unas largas vacaciones para Carreras.

En su primer año como gobernadora, su imagen era más del 70 por ciento y hoy en día baja los 50 puntos, en Bariloche solo mide unos 30 y su aspiración a ser candidata como intendenta se esfuma por los aires.

Se le critica la mala gestión económica, los sobreprecios en las compras, los subsidios millonarios a instituciones deportivas y eclesiásticas, la poca obra pública durante su gestión y la muerte de una de sus asesoras por un accidente de tránsito. Son muchas cuestiones que la dejan mal parada y además de la interna en Juntos Somos Río Negro, sus aspiraciones quedan enterradas por el piso.