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Salud

Cómo se vigila en la provincia si hay insectos asociados a la enfermedad de Chagas

Se hacen capacitaciones que cuentan con apoyo de los ministerios de Salud de Nación, el ANLIS Malbrán, y el Centro de Estudio Parasitológicos de Vectores en La Plata.

El parásito que causa la enfermedad de Chagas se puede transmitir a través de la picadura de la vinchuca, entre otras vías de propagación. Río Negro es una de las provincias endémicas de la Argentina que, junto con Neuquén y otras jurisdicciones, está libre de la transmisión del parásito a través de vinchucas desde 2001.

Recientemente, hubo capacitaciones que incluyeron la puesta en marcha de una prueba piloto a través de una aplicación en el celular que puede ser usada por las personas cuando detecten un insecto parecido a las vinchucas.

La provincia lleva a cabo una estricta política sanitaria de control, prevención y seguimiento que ha permitido y sigue asegurando que desde 2001 la certificación como libre de transmisión vectorial se mantenga activa hasta la actualidad. En 2012 también se consiguió la recertificación.

“Antes del 2001, la zona de Valcheta, ubicada en la Línea Sur rionegrina, era una zona considerada como muy caliente porque había muchas vinchucas con el parásito. Algunas especies de esos insectos pueden transmitir el parásito que causa la enfermedad de Chagas. También se los detectaba en General Conesa y en la zona del Valle Medio. Hicimos muchas desinsectaciones en las viviendas, y también muchas tareas de difusión. Eso se mantuvo durante un largo tiempo, y ahora estamos en fase de vigilancia”, dijo Marcos Arezzo, el titular del programa de control, que depende del Ministerio de Salud provincial.

El parásito que transmite el Chagas se llama Trypanosoma cruzi. Puede hallarse (aunque no siempre) en los tubos digestivos de esos insectos, que conviven con el hombre y sus animales domésticos (no se desarrolla en las aves). En la provincia de Río Negro existen cuatro especies de vinchucas, aunque la mayoría son silvestres. Sin embargo, pueden invadir las viviendas en búsqueda de alimento.

Hay una especie de vinchuca en particular (que se conoce como Triatoma infestans) que puede hacer el ciclo de vida entero dentro de los hogares. Allí anida y prefiere la noche para salir a picar a las personas.

“La vinchuca pica y chupa la sangre de una persona o animal. Si ese insecto tiene el parásito que causa la infección por Chagas, lo deposita al defecar sobre la piel de la persona. Cuando se rasca la piel, los parásitos entran al torrente sanguíneo del organismo humano, y se produce la infección”, explicó el profesional.

Hay también otras formas de transmisión del parásito. “También se da de forma congénita, es decir, las embarazadas con la infección pueden transmitir el parásito a sus hijos. Otra opción es a través de la donación de órganos (si el donante estaba enfermo) o por la ingestión de alimentos donde hayan defecado las vinchucas”, amplió el experto.

A partir de las migraciones, puede haber casos de personas afectadas por la infección sin que tengan síntomas en Patagonia. Esa situación se puede dar en casos de personas que han llegado desde el Norte del país o desde países limítrofes para trabajar en la cosecha de peras y manzanas del Alto Valle. Podrían haber sido afectados por la picadura de vinchucas en otras regiones o haber adquirido la infección por las otras vías de transmisión.

En esos casos, las personas pueden acudir al sistema de salud público para hacer la consulta médica y acceder a testeos para detectar la infección de manera oportuna. Es parte del derecho a la salud y está garantizado por la Ley de Migraciones 25.871.

Vigilancia de insectos

En cuanto a la vigilancia de los insectos, el funcionario rionegrino señaló: “Lo que hacemos es vigilar las viviendas en el ámbito rural. Hacemos una revisación domiciliaria y si hay vinchucas las llevamos al laboratorio para analizar si el insecto tiene el parásito que transmite Chagas.

Los agentes sanitarios hacen estas recorridas cuatro veces por año. Si hay insectos, suelen verse arriba de las cabeceras de las camas, o se detectan gotitas negras (como de agua) en la pared, que indican que defecaron en ese lugar”, precisó el funcionario.

"En viviendas con paredes de adobe, techos de paja o de caña, hay más riesgo de que ingresen vinchucas a través de las grietas de paredes o de techos. También puede ocurrir que insectos que viven en modo silvestre se acerquen a los gallineros, hagan su ciclo de vida allí y después se muevan hasta la vivienda familiar", aseguró el profesional.

Para colaborar con la vigilancia de los insectos, investigadores del Conicet desarrollaron una aplicación que forma parte de una iniciativa de ciencia ciudadana que lleva el nombre GEOVIN. Permite que el público envíe una fotografía de un insecto para determinar si se trata de una vinchuca o no.

Si se confirma que se trata de una vinchuca, se informa a un equipo de expertos para que visiten la zona y puedan capturar alguna. De esta manera, se determina si la vinchuca tiene el parásito que causa la enfermedad de Chagas.

“Nos cedieron algunos usuarios para que podamos realizar una prueba piloto y habilitar la aplicación en Río Negro. Por eso actualmente estamos capacitándonos para comenzar a instrumentar su uso”, relató Marcos Arezzo, el titular del programa de control de Chagas, que depende del ministerio de salud provincial.

La aplicación GeoVin es pública y gratuita. Su fin es orientar a la comunidad en la identificación de posibles vinchucas que encuentren y que puedan implicar un riesgo. Se baja desde la web.

Transmisión a los bebés

Cada hora nace un bebé con Chagas en el mundo. Una mamá infectada puede transmitirlo a su bebé durante el embarazo. Una tarea importante es evitar la transmisión vertical de la enfermedad de Chagas, que se da de madre a hijo.

“Detectamos entre 20 y 30 embarazadas infectadas por año en Río Negro”, contó el director provincial de Chagas. Si una embarazada da positivo se la monitorea hasta que dé a luz. Al nacer, los bebés también son examinados.

Se les hace un estudio parasitológico que se reitera a los 10 meses, junto a otras pruebas. Se recomienda que las mujeres en edad fértil que tengan las infección de Chagas reciban el tratamiento antes de embarazarse. El tratamiento disminuye significativamente la probabilidad de transmisión de la infección.

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