Política
Exclusivo de NOVA

María Soria logró un gran triunfo en las elecciones de General Roca que alegra en el FdT

La intendente de General Roca (Río Negro), María Emilia Soria.

En tiempos de cuestionamientos de los oficialismo, la intendente de General Roca (Río Negro), María Emilia Soria, consiguió ser fue reelecta, consiguiendo una aplastante mayoría de sufragios que significa una inyección de optimismo para el Frente de Todos.

Soria obtuvo casi el 60 por ciento de los sufragios emitidos, con una aplastante diferencia sobre su más inmediato oponente, Carlos Banacloy de “Juntos Somos Río Negro”, quien apenas consiguió un 9,86. Por debajo se ubicaron las listas "Cambia Roca", encabezada por Gastón Soto, con el 7,91, y "Unidad Popular", con el 3,54.

La intendenta expresa una corriente provincial de larga data, que tuvo como líder a su fallecido padre, el “Gringo” Soria, y que ha debido sufrir la competencia interna y el destrato de La Cámpora.

La vencedora recibió felicitaciones públicas y privadas de Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Santiago Cafiero, Agustín Rossi y de su hermano, el ministro de Justicia Martín Soria. No es para menos, ya que un triunfo en la primera competencia electoral significativa (aún cuando sea en un Municipio) permite soñar con su continuidad en las futuras instancias electorales.

Entre los rasgos más destacados de los comicios pueden destacarse, por un lado, la ya señalada derrota interna de La Cámpora, pero también el inusual porcentaje de sufragios que avalaron a la actual intendenta, y el pobrísimo desempeño de la versión local de la coalición opositora, que además sufrió importantes fracturas internas.

En el día después de la victoria, Soria expresó que “estoy agradecida y contenta con los vecinos y vecinas y el cariño va a ser retribuido”, y prometió que “haremos lo imposible para estar a la altura de las circunstancias. Quiero agradecerles a los fiscales, a los compañeros municipales, a los candidatos que trabajaron muchísimo”.

No faltó tampoco el reconocimiento a Gobierno nacional, “que en estos tres años nos acompañó con obras”, ni la manifestación de su deseo de alcanzar la gobernación provincial: “Tal vez algún día lleguemos a Viedma”.

E inmediatamente explicó que “hace muchos años que pensamos lo mismo, nos quedamos con el sueño trunco cuando el Gringo cumplió sólo 20 días en el poder. “Será algo a largo plazo, en los próximos años sepan que voy a estar concentradísima en la ciudad”, aclaró.

Pero también Soria anticipó que convocará “al resto de las fuerzas para invitarlos a darle forma a algunas de las ideas en las que podemos tener un punto de encuentro”. Y sentenció que: “Las buenas ideas hay que plasmarlas en «acciones vengan de donde vengan”.

Entre los convocados al diálogo señaló muy especialmente a su competidor de Juntos Somos Río Negro, Carlos Banacloy, al que abordará “no como adversario político sino como ministro de Producción” del gobierno variopinto de Arabela Carreras, “para que nos acompañe” en los proyectos que el gobierno local impulsa en materia productiva.”

De este modo, tácitamente disparó un tiro por elevación a la cuestionada gobernadora y al sistema de alianzas que tejió, rodeándose de actores y fuerzas políticas escasamente representativas.

Claro está que la elección marcó una victoria del peronismo sobre las fuerzas más radicalizadas tanto del arco político como de la propia coalición. ¿Será este el camino para la reconstrucción de una propuesta nacional y popular, relegando a la bipolaridad fraticida a la que nos condena "La Grieta"?

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