La Provincia
Con las elecciones a la vista

Camino a octubre: el Gobierno pudo acordar con los gremios, pero la relación sigue inestable

La gobernadora Arabela Carreras fue la encargada de entorpecer la buena relación entre trabajadores y sindicatos con el Poder Ejecutivo.

El conflicto entre los gremios y el Ejecutivo provincial de Río Negro viene de larga data y fue la misma gobernadora, Arabela Carreras, quien se encargó de entorpecer y agrietar la relación que tenían anteriormente los sindicatos y los trabajadores estatales con el Gobierno.

Tras reclamos y declaraciones fuertes de parte de la mandataria y algunos funcionarios allegados a ella, que despotricaron contra los gremios estatales, las discusiones para arreglar acuerdos salariales fueron extensas y conflictivas.

Octubre es el mes como contrapartida del comienzo de campaña política en Río Negro, ya que las elecciones serán en abril y será un hilado fino que tendrá que hacer la dirigencia para no romper la autonomía de Juntos Somos Río, la alianza gobernante y que tiene más chances de seguir durante otros cuatro años en los próximos comicios.

Ya se sabe de antemano que Alberto Weretilneck será el próximo candidato a la Gobernación y que Carreras, sin gloria, recaerá como intendenta de Bariloche. El tema pasa por la relación que tendrá la política gobernante con los gremios, ya que son el punto de inflexión para que haya un buen clima social y laboral en todas las instituciones del Estado.

Hace unos días, el sindicato docente acordó la propuesta del Ejecutivo y este jueves, Rodolfo Aguiar, el secretario general de la Asociación de los Trabajadores Estatales (ATE), se reunió con la mandataria para acordar el inicio de paritarias para el 13 de octubre.

Sin embargo, ya se sabe que la oferta salarial seguramente no supere para este año el 100 por ciento como pretenden los sindicatos, por lo que el Gobierno tendría que dar un nuevo ofrecimiento de casi el 40 por ciento de aumento de octubre a diciembre, cuestión que por temas presupuestarios sería imposible.

De esta manera, la tensión será difícil de soportar y cae en la gobernadora la responsabilidad de mediar la situación, para evitar que en caso de que triunfe Weretilneck en las próximas elecciones, secundará con un clima social y una relación con los gremios podrida.

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