La Provincia
Conflicto con el sector educativo

El sindicato UnTER repudió los ataques del Gobierno provincial

En una carta presentada por el gremio docente, definen a las autoridades como soberbias y las acusan de atentar contra la educación pública.

En el día del maestro, dirigentes del gremio Unión de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER) comunicaron que el Gobierno no acata las necesidades salariales de los trabajadores del sector, y que, a su vez atenta contra la educación pública.

“Este 11 de septiembre, encuentra a los trabajadores de la educación realizando un ayuno en la Carpa de la Dignidad frente a Casa de Gobierno en Viedma, en el marco de una lucha por una propuesta salarial que supere el proceso inflacionario, con sumas remunerativas, garantías de estabilidad y condiciones dignas para enseñar y aprender”, dijeron desde UnTER.

A lo que a su vez agregaron, “el gobierno provincial no ha mostrado ninguna estrategia más que la soberbia y el castigo hacia la docencia. Hace gala de su incapacidad de dar respuestas efectivas, para ello recurrió al Ministerio de Trabajo que, obsecuentemente, decretó la conciliación obligatoria. En este contexto, el martes 6 el Ministerio de Educación y Derechos Humanos no realizó ninguna propuesta salarial a la UnTER, no contempló los requerimientos del sindicato y no accedió a abonar el aumento de agosto. Como si fuera poco, arbitrariamente impuso que la paritaria pase a cuarto intermedio para el martes 13, pese a la negativa de la representación sindical, que se retiró del encuentro”.

Esta semana continuarán los reclamos y la carpa instalada en calle Laprida seguirá hasta que el Gobierno de Arabela Carreras brinde una solución necesaria para contemplar las necesidades planteadas por el gremio.

Por último, manifestaron que “el salario no alcanza para terminar el mes, y a muchas de las familias de nuestros estudiantes tampoco. El conjunto de la docencia tiene muy claro que con su tarea cotidiana construye ciudadanía, lo que implica tanto el respeto por las leyes como el derecho a la protesta. Por ello, se aceptó la conciliación obligatoria pero no se resigna a continuar la lucha y lo hace de la misma manera que cuando trabaja en el aula, poniendo el cuerpo, las convicciones y el compromiso al servicio de las causas justas”.

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