Panorama Político de Río Negro
Cambios

A medias tinta: la enroscada política rionegrina está en desorden total

Los políticos rionegrinos no saben a qué juegan y los armados se encuentran totalmente desarmados en camino al 2023. (Dibujo: NOVA)

Los políticos rionegrinos no saben a qué juegan y los armados se encuentran totalmente desarmados en camino al 2023.

Si algo reina en la provincia de Río Negro, es el total individualismo entre los dirigentes que pretenden una cuota de poder. Como en tiempos históricos, cada político juega a ser el cacique de su aldea y eso amenaza el armado para las próximas elecciones en menos de 1 año.

No importan las ideas y las ideologías, solo importa el nombre y apellido y qué apoyo tienen estas personas para llegar al poder. Al parecer cualquier tren parece bien, mientras llegue al objetivo, las alianzas se forman de los más varios partidos, aunque no coinciden con posturas e ideas.

Por ejemplo, el oficialismo no tiene ningún problema en unir fuerzas con radicales, liberales, peronistas o kirchneristas, mientras sirvan para sumar votos, después a la hora de gobernar “se dividirán las cajas”, dice un principal operador de Juntos Somos Río Negro, partido fundado por el senador y ex gobernador Alberto Weretilneck.

Desde otro punto, más que interés y que juega dentro del partido provincial oficialista, es la gobernadora, quien pretende hacer su propio juego dividiendo las aguas dentro de JSRN y formando alianza con partidos feministas, facciones de la UCR, soristas y hasta grupos evangélicos. Todo es un juego de roles lo que sucede internamente, pero qué Arabela Carreras pocas chances tiene de ser reelegida en el 2023.

Desde el lado peronista, el clan Soria, cada vez menos poder tiene y todo su grupo que apoyaba de está dividiendo y está en condiciones de formar parte del oficialismo, al igual que La Cámpora que es manejada por el senador Martín Doñate, quien formaría una alianza con Weretilneck para los próximos comicios. Los hermanos Soria dividieron el PJ y General Roca se convirtió en el monumento personalista del apellido Soria, parecido a la propaganda en su semejanza a Corea del Norte.

Otro frente que no tiene nada de ordenado es Juntos por el Cambio, siendo un total cambalache de internas y de personalismos. Al frente está Aníbal Tortoriello, quien, en vez de hacer crecer a la composición política, aleja a propios como dirigentes del Pro, a los radicales que lo apoyaban, quienes ya anunciaron que no formarían parte y está a punto de quebrarse la unión con la Coalición Cívica rionegrina.

A groso modo, la política de Río Negro está totalmente fragmentada, solo existen los personalistas y de ideas y proyectos políticos ni hablemos, eso directamente no existe. Las pocas expectativas de crear una provincia pujante están lejos de formarse, porque al haber solo poder en nombres y apellidos y no en él conjunto de la sociedad, la provincia está cerca de ser un territorio de aldeas, gobernados por sus caciques.

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