Interior
Alud y tragedia

Grave crisis institucional en el municipio de Bariloche

El intendente Gustavo Gennuso no se hace cargo de su cuota de responsabilidad del alud en Villa Huinid y echó a su jefe de Gabinete, Marcos Barberis.

Luego de semanas del trágico alud que se produjo en Villa Huinid, donde murieron tres personas, todas las críticas apuntaban al municipio de Bariloche, precisamente al intendente Gustavo Genusso y el jefe de Gabinete, Marcos Barberis, por lo que el segundo dejó su cargo cuando el mandatario municipal se lo pidió.

En el centro de todas las críticas, uno de los principales apuntados era Barberis por tener una amistad con el empresario Claudio Roccatagliata, quien había hecho la vista gorda cuando se empezó a construir la parte final del hotel que fue alcanzado por el alud. Si bien el intendente también tiene profundas conexiones con el empresario, uno tenía de hacerse cargo y al parecer fue la mano derecha de Genusso.

La noticia fue comunicada por el propio intendente, quien agradeció al funcionario “por todo el trabajo, la confianza y el esfuerzo depositado en la gestión de gobierno en estos seis años”.

“Fueron muchos años trabajando juntos, iniciándonos prácticamente al mismo tiempo en política. Caminamos juntos el camino de la gestión pública. Por eso, no tengo más que palabras de agradecimiento para un ser querido que ha decidido emprender un nuevo rumbo, que sin dudas será con éxito”, expresó el jefe comunal.

Asimismo, destacó la labor desarrollada por Barberis en áreas estratégicas para la ciudad, como la Secretaría de Turismo durante los primeros años de gobierno y la Jefatura de Gabinete, más recientemente.

Según voces internas del municipio, el intendente está muy preocupado por el hecho de que son cada más los barilochenses que le piden explicaciones por la construcción del hotel, cuando no estaba habilitada su obra, pero la vista gorda del gobierno local -como ocurre en cientos de edificaciones de la ciudad- lleva a sucesos trágicos porque son sus amigos quienes construyen sin autorización para negocios inmobiliarios.

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