Rodrigo Buteler, actual ministro de Gobierno y Comunidad de la administración de Arabela Carreras, últimamente se está mostrando mucho en los medios de comunicación y cada día ejerce más poder, esto puede deberse a distintas aristas políticas que ocurren en calle Laprida y Belgrano.
Por un lado, suponemos a pensar que Buteler quiere ejercer poder político en cara a las elecciones que se están por venir, siendo oído y voz de Alberto Weretilneck, su ex jefe, quien lo llevo a la presidencia del canal estatal provincial y su paso como secretario de Prensa y Comunicación de la anterior gestión.
Comenzamos con la transferencia de fondos para poner en marcha el #PlanCalor2021. Las 34 Comisiones de Fomento, ya están recibiendo los fondos que se destinarán a la compra de leña, combustible, equipos de calefacción o conexiones domiciliarias para las familias que lo necesiten. pic.twitter.com/uiKFXcCCNQ
— Rodrigo Buteler (@RodrigoButeler) March 30, 2021
Este joven de 36 años no tiene ni un pelo de tonto y con su rapidez mental en comparación a los funcionarios lentos y perezosos del Gobierno rionegrino, se hace notar y al manejar muy bien los hilos de la comunicación estatal y privada, avanza contra todos los que se le impongan. Con fuertes críticas a los gremios como UPCN, la Unter (gremio docente) y ATE, Rodrigo Buteler quiere poder y más relevancia en un gobierno que es pujado por tensiones internas todos los días.
En los pasillos de Gobierno, se dice que Rodrigo es un tipo bastante soberbio y que todo lo que él dice es así y tiene que ser así, capaz que se mimetiza con su jefe. Minimiza a la provincia tildándola de insignificante en cuestión nacional y maneja los medios de comunicación a gusto y piachere. Claramente no quiere gente a su alrededor que le tapen la luz, si no que busca siempre a sus súbditos como dóciles y manejables, para así ejercer sus decisiones sin discusión.
De esta manera y con el crecimiento de poder que ejerce como ministro de Gobierno, Rodrigo tiene una clara obsesión, gobernar, ya sea desde estrategias comunicacionales a lo largo y ancho de la provincia, como en el armado de operaciones de prensa o políticas, así cuando él lo requiera, bajar y subir la imagen pública de lo que él o su jefe político requiera.